domingo, 8 de junio de 2014

Acabó



   Siempre me miré yo en tus ojos...
y si tu en mis ojos te miras
todo quedará entre nosotros
                                                                      Mario Benedetti


Ahora todo acabó...
Ya no es Usted, ya no queda nada

Díme, por favor, cómo se cambia todo... para que nada cambie?
Qué hacemos  con las ganas?... con el hambre? y con la nada?
Sobre todo  cuando no hay nada... de nada

Para mí no se trata de entender, se trata de sentir, y  yo soy de las que sienten,  aunque Tu siempre dices que el tiempo da la perspectiva, que el corazón la asume y la mente aprende... pero me cuesta.
Me cuesta tanto que hoy no sé porqué he pensado en tí todo el día, aunque tu ya no estás y todo se acaba.
  

Eres la única persona que conozco que dispone de una combinación personal tan letal, como acogedora. Una de las cosas que más admiro de ti es tu capacidad de cumplir con todo lo que te propones...y desearía, por favor, que lo hagas.

Ahora que te escribo no sé donde estás, y eso ya no importa. 
Como tampoco importa si has pensado en mí o no lo has hecho...
Yo  sólo desearía que pudieras ser feliz y que disfrutases de la vida... esa que, mal que nos pese, nos "toca" y que nos dá de lleno donde le viene en gana.

Deseos... Dejar de sostener y soltar.
Vivir!
Poder amar.
Sentir intensamente.
Tentar, someter, dominar... volar!



Pero habiendo rosas,orquídeas y otras bellezas que crecen en los jardines, ¿una amapola?
Sin ruído. Fuerte, buscando  sustento, viviendo casi siempre...a solas.
Buscando renacer, con la ayuda del viento o si tu quieres... y la soplas.

Mírame, si  deseas y quieres hacerlo,  me encontrarás en los caminos, en las piedras...en los campos
siempre agarrada en firme  a la tierra que me alimenta y me arropa.

¿Sabes como es el grito de una amapola cuando se rompe? Como la de una persona...
En silencio... 
A veces hay un pequeño chasquido... siempre duele...y el día se hace noche y las noches se alargan con horas amargas.


Me verás bailar, correr, saltar, cantar, reir y hasta volar...
Pero  ahora sangro...  en blanco, siempre sin  delatar al que me daña.

Sólo dejaré una señal en la mano... una que quisiera se quedase pegada... como marca que tuve dibujada en mi piel, esa marca que  me quedará siempre  de ti y de tu presencia impregnada.


Sentir y vivir...
Te lo agradeceré siempre... porque todo al final, se acaba

amapola



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